05 enero 2008

027. Reflexiones Personales a Modo de Semillas de Esperanza

Después de un periodo de dificultades, afrontas una etapa llena de milagros. Estás en lo mejor de tu vida y eres feliz.

Y entonces ocurre lo peor.

Y entonces aquello de lo que tenías miedo sucede.

Y entonces dudas.

Y entonces cometes un error.

Y entonces pierdes el rumbo de quien eres.

Y entonces te sucede algo que creías que ya habías superado -quizá lo pasaste, pero no lo sobrepasaste-.

Y entonces es el momento de pararte y caminar, hasta encontrarte contigo mismo. Y entonces comienza a hablar hasta que no quede nada más que decir.

Si ya pasaste por eso mismo, ¿por qué te permites caer de nuevo? Ya encontraste una respuesta. No dudes. Los que dudan nunca son felices.

Nos pasamos toda la vida deseando lo que no tenemos (porque lo perdiste o porque nunca te perteneció) y no valoramos lo suficiente lo que, de hecho, sí tenemos.

Cualquiera puede tener días buenos y días malos, pero aprende a valorar los pequeños gestos, mantente cerca de aquellos que recuerdan su miedo, lo escuchan y lo superan, los valientes y no los que viven de los fantasmas del pasado, aquellos que luchan todos los días porque tu vida -y no la suya- sea mejor a cada momento, porque esos son los imprescindibles. Aquellos que por amor, renunciarían a tu amor para que tú seas feliz y no aquellos que lo quieren solo para sí mismos.

Seríamos más felices si aprendiésemos a valorar cada vez más el minuto en lugar de la hora, y luego el segundo en lugar del minuto.

Esta es la entrada 101. Feliz año nuevo.