25 julio 2007

015. Semillas de Esperanza

¿Qué son las Semillas de Esperanza? Son breves escritos en los que reflexiono sobre diversos temas a modo de diálogo. Hace ya más de medio año escribí el primero, que continuaba en la tradición de los antiguos "Madre Alma". Hoy el segundo. Y de aquí a una semana, una nueva actualización de los Titanes. Siento el retraso.

Capítulo 2: Culpable.

- Lo siento. Me hallé en una situación en la que hiciese lo que hiciese iba a hacerle daño a alguien que me importaba e intenté que todo saliera lo mejor posible. Obré de una determinada manera, que creía correcta, pero fallé y solo cause daño.
- ¿Qué es lo que sientes entonces?
¿Sientes haber actuado según pensaste que era bueno? ¿Haber intentado no hacerle daño a nadie? Creo que sé la respuesta. Sé que no. ¿Pero qué es lo que sientes?
Alguna vez le has gastado una broma a alguien y se ha molestado. Y le has dicho que lo sentías y era verdad, porque verle así te dolía. Porque en ningún momento pretendías hacerle daño.
¿Eras culpable de hacerle daño?
- Sí, claro.
- Pero no culpable de intención sino de hecho. No había premeditación. No había maldad por tu parte. Sólo imprudencia, quizá una falta de medida...
- Supongo que eso será un atenuante de mi condena.
- Porque no existen acciones perfectas. Solo intenciones perfectas.
En verdad te digo que existen dos tipos de personas: los pecadores que se creen santos y los santos que se creen pecadores. Porque solo sientes hacerle daño a una persona cuando no estaba en tu corazón hacérselo. Cuando pretendías lo mejor. Cuando la protegiste o cuando elegiste el camino menos malo, incluso sabiendo que ninguno llegaba a buen puerto. Tal era tu situación.
Porque hicieses lo que hicieses, le ibas a hacer daño a alguien. Estabas luchando contra lo inevitable. Y no te rendiste.
Así que eres culpable. Culpable de ser una buena persona. Culpable de no querer hacerle daño, de intentar evitar que otros se lo hiciesen. Culpable de fallar. Culpable de ser humano y descubrir que da igual lo mucho que en ocasiones deseemos algo, porque estaba escrito que no lo conseguiríamos. Y culpable de no rendirte en tu intención de ser mejor de lo que eres, por duro y difícil que haya sido tu pasado.
- Culpable.

Esta es la entrada 89. T-13.

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